viernes, 26 de julio de 2013

I keep dancing on my own



Somos de cristal, cristales que van acumulando microfracturas no visibles a simple vista, pero que las sentimos tan tan dentro.

Algunas veces esas microfracturas son tan abundantes y están tan extendidas que cualquier roce provoca un gran daño, llegando incluso a fragmentarnos en mil pedazos.

Sin embargo, pese a todo, siempre hay un pequeño atisbo de esperanza. Un pegamento que temporalmente impide que las tensiones proliferen, que se hagan nuevas fracturas.

Busca ese atisbo, ese pegamento, ese rayo de sol, esa pequeña esperanza que te permita seguir cada día frente a todo, frente a todos.  Puede que sea una simple mirada, un paseo en bicicleta, la brisa en la cara, una canción....





Eres tan especial, se feliz.