Cuando ya son demasiadas cosas las que tienes puestas sobre la espalda. Tienes que seguir corriendo, seguir hacia delante, sí, pero cada vez estás más cansado y las cosas no se llevan tan bien como al principio.
A menos de dos semanas para que eso acabe, o al menos se ponga en stand by (pausa para entendernos) parece que el tiempo no pasa, no giran las manecillas del reloj, y tú sigues ahí con todo eso encima, cansado y resoplando hasta el último aliento.
Ánimo, porque ya se dice: No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante.
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A menos de dos semanas para que eso acabe, o al menos se ponga en stand by (pausa para entendernos) parece que el tiempo no pasa, no giran las manecillas del reloj, y tú sigues ahí con todo eso encima, cansado y resoplando hasta el último aliento.
Ánimo, porque ya se dice: No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante.
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